(Benajmin):
"Es notorio que ha existido, según se dice, un autómata construido de talmanera
que resultaba capaz de replicar a cada jugada de un ajedrecista con otra jugada contraria
que le aseguraba ganar la partida. Un muñeco trajeado a la turca, en la boca
una pipa de narguile, se sentaba a tablero apoyado sobre una mesa espaciosa. Un
sistema de espejos despertaba la ilusión de que esta mesa era transparente por
todos sus lados. En realidad se sentaba dentro un enano jorobado que era un
maestro en el juego del ajedrez y que guiaba mediante hilos la mano del muñeco.
Podemos imaginarnos un equivalente de este aparato en la filosofía. Siempre
tendrá que ganar el muñeco que llamamos «materialismo histórico». Podrá
habérsela _sin más ni más con cualquiera, si toma a su servicio a la teología
que, como es sabido, es hoy pequeña y fea y no debe dejarse ver en modo
alguno".
Apelar al mito, a la Fe sin que se deje ver...Vínculo con lo sagrado, lo mísitco, la religión. disputa ideológica, de ideas pero en el fondo, mística. Vínculo entre mito y razón.
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https://www.youtube.com/watch?v=wVoEN9m3M3k
FILM: El séptimo sello (Ingman Bergman): escena de la niña crucificada (min. 1.14)
El Caballero a la niña
crucificada: ¿Has visto al Diablo?
Guardia 1: No debes
hablar con ella.
Guardia 2: ¿Tan
peligrosa es?
Guardia 1: No sé. Dicen
que ella tiene la culpa de la peste que nos invade.
El Caballero solo con
la niña: ¿Me oyes?
-
(ella) Lo mira
-
Dicen que
tienes trato con el Diablo.
-
(ella) ¿Por
qué hablas conmigo?
-
No es por
curiosidad, sino por graves razones personales. Quisiera ver al Diablo.
-
(ella) ¿Para
qué?
-
Quiero verle y
preguntarle sobre Dios. El sabe más que nadie y me revelará.
-
(ella) Puedes
verle cuando quieras.
-
¿Cómo?
-
(ella) Siempre
está cerca de nosotros. Mírame a los ojos. ¿Y bien? ¿Qué ves? ¿No le ves?
-
Lo único que
veo es el horror que paraliza tus pupilas. Nada más.
-
(ella) ¿no ves
a nadie? ¿A nadie?¿A nadie?
-
No.
-
(ella) Pero si
Él está siempre conmigo, hasta los monjes lo han visto. Basta con que alargue
la mano para sentir la suya. Ni siquiera el fuego me hará daño.
-
¿Te lo ha
dicho Él?
-
Yo lo sé.
-
¿Te lo ha
dicho Él?
-
Yo lo sé. Lo
sé. ¿No ves al Diablo en mis pupilas? Pues el monje y los soldados lo vieron
claramente. Por eso no se atreven ni a tocarme.
-
Al monje (el
Diablo): ¿qué le habéis hecho a esta niña?
-
El monje (el Diablo):
¿Acabarás de hacer preguntas?
-
No. No
acabaré.
-
El monje (el Diablo):Nadie
te contestará.
-
El Caballero
vuelve con la niña. Se acerca. Le da agua. La levanta con sus manos. La mira
fijo a los ojos durante unos segundos. La niña con cara de niña lo mira. Su
mirada la devuelve al mundo de los humanos. Morirá pero sabiendo que no tiene
al Diablo adentro ni ella es la culpable de la peste…
Escena sublime.
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Acabo de crear el movimiento "A jugarse, amigos!!!"
¿Por qué no mostrar el pellejo?
¿Comprometer el alma?
¿Por qué hablar del afuera
con tanto por conversar con lo que sucede por dentro?.
¿Temor? ¿Alienación? ¿Falta de costumbre? ¿Abismo?
¿PARA QUÉ CORNO ESTÁN LOS AMIGOS, ENTONCES?
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LA VIOLENCIA
La violencia está en casa, en el trabajo, en la calle, se impregna en nuestras vidas y... la naturalizamos. No tiene fronteras ni discrimina clases sociales, está en todos lados. La más evidente, la que aparece en los diarios, de esa se habla bastante aunque -a mi gusto. de un modo muy superficial y mercantil-. Pero hay otra violencia que es mucho más sutil y silenciosa, es la que
te va destruyendo -pero por dentro-. La que no tenés casi registro porque hasta
te creés que “es así como debe ser”.
La violencia que te lleva a un espiral de silencio, la que aplaca tu
vértigo de vida y te anestesia el ser y, encima, hasta sonreís. Estás perdida
pero creés que estás encaminada ya que el surco está bien zanjado y te entregás
al dolor interior que fluye con total naturalidad. Adoctrinaste a tu angustia y
vas. Aceptando lo que nunca fue cuestionado. Hasta que un día, te mirás al
espejo y no te reconocés más, detrás de tus ojos hay un cuerpo que te habla con
amor y te dice que así no quiere continuar. Que sufre y que tu silencio lo está
desgarrando por dentro.
Esa es la violencia de la que quiero hablar hoy. Tiene varios modos de
abordarla: violencia familiar, violencia de género, violencia simbólica.
Primero, dos relatos. Uno brevísimo de una historia que me contaron sobre violencia familiar y el
otro una situación de violencia callejera que viví un rato más tarde. Luego, ¡el mismo día! ocurrió el plato
fuerte. Casi sin saber cómo, llegué hasta el auditorio de mi trabajo donde acontecía una charla de Eva Giberti (genial, iluminada, persona entera, con
ideas claras). Acá la grabación de la conferencia. Ella hace un análisis impresionante de la violencia en el hogar y las consecuencias en los niños.
En otro link, encontrarás a Liliana Daunes, señora periodista que habla sobre la violencia social y la violencia de género con un texto increíble escrito por ella.
Agrego algo de teoría con Bourdieu quien describe el concepto de violencia
simbólica ó la violencia que se ejerce
sobre un agente social con su complicidad. Para ponerle algo de música, dos
temas muy conocidos donde sus letras abordan esta temática. Y, finalmente, si
querés un respiro y aire fresco después de tanta violencia, te regalo un cuadro
que pintó una Maestra mía, Déborah Kalmar, que se llama “Una hebra de Luna”
quien dedica una hebra de luz a cada mujer que quiera tomarla.
Relato 1: Papá Menéndez
“el tipo,
un divino, macanudo, nos dejaba entrara los pibes a la cancha de pelota-paleta
(cosa que nadie permitía). ¡Le decíamos “papá Menéndez”! Un día apareció muerto
de tres tiros gatillados por su esposa. La causa: era un golpeador nefasto, la
mina se defendió y lo mató”.
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Relato 2: Chuky
cuida mi auto todos los días (el famoso trapito). Lo lava una vez por
semana (por fuera) y le dejo las alfombras aparte para que las limpie también.
Cuando regreso de mi jornada laboral –después de escucharla a Eva
Giberti en su clase magistral sobre violencia- me encuentro en el
estacionamiento con Ella -una
travesti que para por ahí-. Me dónde está Chuky
con mis alfombras limpias tendidas en un árbol. De pronto, el muchacho viene
corriendo hacia nosotras, la tira al piso, le da patadas, ella se mete en mi auto, él queda medio
cuerpo adentro y le pega. Se va, rompe una botella y vuelve a la carga. Un
chico que estaba viendo la escena lo agarra a Chuky por la espalda, le habla, trata de calmarlo mientras que ella me pide que la acompañe hasta la parada de colectivo. El le grita que no se
drogue más en su zona, que le espanta a los clientes … Ella corre y se va.
Otro modo
de violencia: sexo, alcohol, drogas, calle, ¡MARGINALIDAD!
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Ahora, la charla de Eva Giberti. Ella es Coordinadora del Programa estatal
“Las víctimas contra la violencia”. Tema:
violencia en el hogar; niños/hijos víctimas indirectos (por lo
que ven); violencia sexual (víctimas
re-victimizadas cuando cuentan lo sucedido a sus padres y parejas “te dije que
no salieras a bailar, usás la pollera muy corta, etc).
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“Sacarte el
patriarcado del cuerpo”
(...) Loca, conflictiva, son cualidades que nos cuelgan y en lo íntimo, tal
vez, tantas veces, entre las necesidades y los machismos que nos habitan –porque
no somos puras-llegamos a creer. Nos preguntamos “¿seré yo?” nos decimos “qué
es culpa nuestra”. Nos convencemos de que los provocamos. Y sin embargo, no es
baja autoestima. Es el patriarcado calando muy adentro (...)
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Bourdieu y Wacquant -
Una Invitacion a La Sociologia Reflexiva
5. Lenguaje, género y violencia simbólica (página 205)
http://www.scribd.com/doc/53053500/Bourdieu-y-Wacquant-Una-Invitacion-a-La-Sociologia-Reflexiva
-
(...) La violencia simbólica, para explicarla de manera tan llana y simple como sea
posible, es la violencia que se ejerce sobre un agente social con su
complicidad. Ahora bien, la expresión es peligrosa porque abre la puerta a
discusiones académicas acerca de si el poder viene "de abajo" o por
qué el agente "desea" la condición impuesta a él, etc. Para decirlo
más rigurosamente: los agentes sociales son agentes cognoscentes que, aun
cuando estén sometidos a determinismos, contribuyen a producir la eficacia de
aquello que los determina en la medida en que lo estructuran. Y casi siempre es
en el "ajuste" entre los determinantes y las categorías de percepción
que los constituyen como tales que surge el efecto de dominación.
122 (Lo
propio de la [violencia] simbólica consiste precisamente en que, por parte de
quien la sufre, implica una actitud que desafía la alternativa corriente, de
libertad-coacción")
-
(…) habiendo nacido en un mundo
social, aceptamos una amplia gama de postulados y axiomas no dichos que no
requieren ser inculcados123 (…)
es el verdadero fundamento de una teoría realista de la opresión y de la
política. De todas las formas de "persuasión oculta", la más
implacable es la ejercida, simplemente, por el orden de las cosas.
123"La legitimación del orden social no es [...]
el producto de una acción de propaganda o imposición simbólica deliberada e
intencional; resulta, más bien, del hecho de que los agentes aplican a las
estructuras objetivas del mundo social estructuras de percepción y de
apreciación salidas de esas mismas estructuras y que tienden a representar el
mundo como evidente".
-
En efecto, los
dominados, es decir, las mujeres, aplican a todos los objetos del mundo
(natural y social) y en particular a la relación de opresión de la que son
cautivas, así como a las personas a través de las cuales se realiza esta
relación,esque-mas impensados de pensamiento que son el producto de una
encarnación de esta relación de poder en pares conceptuales (alto/bajo,
grande/pequeño, adentro/afuera, recto/curvo, etc.), llevándolas por tanto a
construir esta relación desde el punto de vista del dominante, es decir como
natural. El caso de la dominación de género muestra mejor que ningún otro que la
violencia simbólica se realiza a través de un acto de conocimiento y de desconocimiento
que yace más allá —o por debajo— de los controles de la
conciencia y de la voluntad, en las tinieblas de los esquemas del habitus
que son al mismo tiempo genéricos y generadores ["gendered
and gendering", es decir, producto y productores de género (T.)]
126 El
acuerdo inmediato de un habitus genérico con un mundo social cubierto de
asimetrías sexuales explica cómo las mujeres pueden entrar en connivencia con
—y eventualmente defender y justificar activamente— formas de agresión que las
victimizan.
128
"De hecho, todo nos inclina a pensar que la
liberación de las mujeres tiene como prerrequisito un auténtico dominio
colectivo de los mecanismos sociales de dominación que nos impiden concebir la
cultura.
_______________________________________________________________________________
Este médico formula preguntas que nos interpelan como sociedad y cultura
patriarcal... una reflexión más que les acerco, en última instancia,
acerca del nuevo rol de la Mujer -y del concepto de Familia-.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-198694-2012-07-15.html
SOCIEDAD › ENTREVISTA A MARIO SEBASTIANI, MEDICO OBSTETRA
“La mitad de los hijos de clase media son no planificados”
Acaba de publicar un libro titulado de manera
inquietante: ¿Por qué tenemos hijos? (Paidós). Dice que busca
desmitificar allí la idea de que sólo es “por amor”. Su experiencia como
obstetra.
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REFLEXIONES GRANDES en NIÑAS PEQUEÑAS
Laura (2 años): Acá es campamento.
Yo: no, esto es una casa.
L: Pero es campamento, acá hacemos campamento.
Yo: pero no tenemos carpa.
L: Pero igual hacemos campamento.
Yo: ¿Qué es hacer campamento?
L: Hacer placer.
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- La netbook es mía -dije yo provoncando-
- No, es mía -dice Emma y agrega: en realidad es de todos porque es del Estado.
(Emma 7 años)
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- Carta de un amigo a una amiga que tiene una enfermedad muy grave:
Mi muy querida (...),
Sin duda, es una noticia muy fuerte y te agradezco mucho que me la hayas comunicado. Yo quisiera enviarte un mensaje desde mi visión budista de la vida que, en ningún caso, pretende minimizar o relativizar la experiencia que estás viviendo.
Todos nos enfrentaremos en algún momento a la muerte, para después volver a renacer e iniciar otro ciclo, hasta que en algún momento, en alguna vida, alcancemos la iluminación. Independientemente de nuestra visión religiosa (cristiana, budista, etc.,), la muerte es una transición, sin embargo en Occidente no nos preparamos para ello, tratamos de esquivarla, de desconocerla. Siempre evitamos hablar de ella. Es probable que mucha gente te diga, “no te rindas”, “lucha, que todo depende de ello”, etc. No es que yo no esté de acuerdo con eso, creo que sí tienes que hacer todo lo que esté en tus manos para evitarla, pero, al mismo tiempo, no considerarla como una lucha donde podríamos perderlo todo. No es una lucha que hay que ganar a toda costa, es una lucha que hay que explorar, es un proceso natural que puede ser revertido o no, dependiendo de factores externos e internos. Los factores externos no los puedes cambiar: la enfermedad está allí y es grave. Los factores internos sí se pueden cambiar: hay que prepararse para la muerte, al mismo tiempo que disponerse para la vida; es un delicado equilibrio en el trasfondo de una experiencia trascendental.
Querida amiga, lo más importante en este proceso que comienzas a vivir y que no sabes en qué va a terminar, es justamente eso: que el resultado sea menos importante que el proceso. Sé que es difícil, qué duda cabe. Afortunadamente tienes una familia maravillosa, amigos que te quieren mucho, en donde me encuentro también yo, a la distancia, pero muy cerca espiritualmente.
Me he atrevido a ser directo contigo porque creo que la mejor forma de abordar las enfermedades graves es enfrentándolas en su totalidad; hay que dejar que la medicina cumpla su rol pero uno debe también ordenar y reorientar la vida. Desde luego, no me atrevo a plantear este tema, de esta manera, con cualquier persona, ya que no todos están preparados para verlo así. Pienso que tú sí lo estás. Desde luego, en el fondo de mi corazón está el deseo de que la enfermedad pueda ser revertida y voy a orar mucho por ello. Pero también quisiera que a tu corazón llegara la paz y la serenidad para vivir adecuadamente este proceso. Creo que la meditación será muy útil. (en Reflexiones...)
Esa misma noche murmuró una plegaria para el Dios y para sí misma: (...) haz que sienta que amar no es morir, que la entrega de uno mismo no significa la muerte y sí la vida, haz que sienta una alegría modesta y diaria, que no Te indague demasiado, porque la respuesta sería tan misteriosa como la pregunta, haz que reciba al mundo sin miedo, pues para ese mundo incomprensible fuimos creados y nosotros mismos también somos incomprensibles, ahí se da una conexión entre ese misterio del mundo y el nuestro, pero esa conexión no es clara para nosotros mientras querramos entenderla, bendíceme para que viva con alegría el pan que como, el sueño que poseo, haz que tenga caridad y paciencia conmigo misma, amén.
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