Queridos amigos y amigas, quiero compartir con ustedes
algunas ideas.
En primer lugar, decir que no sé nada, o casi nada. Ni
nadie sabe cómo ni cuándo se termina esta pandemia. Dicho esto, continúo:
¿Por qué se está comparando a las muertes de este
virus con las muertes del cáncer y otras enfermedades mortales? ¿Casi
minimizando el “impacto” del coronado sin gloria?.
Siempre que dudo acerca de algún tema de geopolítica,
me pregunto: ¿quién gana con estas ideas?
-
Comparar
la pandemia con el cáncer en el mundo beneficia, sin dudas, al mismo
Capitalismo furioso que nos hizo llegar a este mismo lugar del horror después
de haber dejado famélicos a los Estados que hoy deben hacerse cargo de este
desastre. Son los Longobardi, los Financial Times, los Bolsonaro, los Trump,
los Paul Singer, etc… quienes presionan para que vos y yo volvamos a trabajar, salgamos
a poner el cuerpo, total, sólo será una simple gripe para “los más jóvenes”.
¡Error! ¡Es una
trampa mortal! ¡Cuidado! El darwinismo
social horada nuestros cerebros!
-
Porque
la edad de “riesgo” en Argentina no son los viejos (solamente) como en el
primer mundo; son también los niños con hambre de La Matanza, las familias
hacinadas en barrios carenciados, los pobladores del NOA y del NEA sin
recursos, ni casas confortables, ni agua corriente para lavarse las manos, ni
cloacas donde se vaya la mierda este virus… la mitad de nuestros compatriotas
corren serio riego de morir. Y el Gobierno lo sabe. Y yo le creo.
-
Porque
se están reforzando todas las terapias intensivas de instituciones públicas y
privadas, multiplicando hospitales de campaña improvisados, no quieren que nos
enfermemos todos juntos, porque nos iremos muriendo no sólo por el corona
virus, sino también de una simple apendicitis o una cesárea porque no habrá
sistema de salud que nos contenga. Todo estará colapsado sobresaturado, y va a
ocurrir y será tarde…tendrán que elegir a quién se salva y a quién “se deja
morir”, literalmente.
Por otro lado ¿a quién beneficia el aislamiento? A los
seres humanos, simples trabajadores, a los niños y, también, a nuestros seres
queridos adultos mayores. Y el Gobierno lo sabe…”primero la vida por sobre la
economía”.
-
Ahora
nos toca a todos, blanco, negro, reyes y mendigos…
-
Mientras
tanto, en ciudad gótica… El mundo está patas para arriba: de este “encierro”
surgen miles de millones de dólares destinados a la salud PUBLICA; condonaciones
de deudas del Banco Mundial para los países más pobres; se subsidia a los más
necesitados; los que no tienen techo son alojados en hoteles; los que rompieron
la veda se quedaron varados en sitios remotos por “cancheros”, los niños juegan
en sus casas, y cuando se cansan de la compu, dibujan, bailan, juegan a la pelota;
hacen las tareas con sus madres y padres; las familias se reúnen a almorzar y a
cenar alrededor de la mesa, se comen elaborados tucos, pizzas caseras,
galletitas con recetas de la bisabuela, conversan los adolescentes, los
matrimonios (felices) son más felices, los que no son tan felices, empiezan a
estallarles la térmica como un manto de realidad que invita al sinceramiento,
la violencia familiar sería otro capítulo aparte, pero igual de elocuente de
cómo se vive y se tolera lo intolerable… Ordenando lo que parecía inordenable, encontramos árboles
genealógicos armados hace muchos años, fotos de amores adolescentes, libros
llenos de marcaciones que nos decían por dónde deberíamos ir y que hoy están
llenos de polvo... y así, cuarenta días de inmersión en la más íntima célula de
cada uno.
Finalmente, retomo la idea del comienzo, sé que no sé
nada, o casi nada. Porque sé que algo sé: sé confiar en quienes conducen los
destinos de mi Patria y no lo hago por puro fanatismo (que lo tengo) sino
porque se están tomando medidas asesorados por prestigiosos científicos,
médicos e intelectuales que, como nunca, son oídos y respetados por quienes
toman decisiones. Por eso digo, yo les creo y me quedo en casa.
Reflexiones II
Ella no apaga el despertador a las 6 AM, no enciende
la ducha, no prepara la cafetera ni se toma su café con leche parada. Su niña
no remolonea, no hay gritos al estilo “¡me voy!”. La pequeña no sale con un
zapato puesto y otro en la mano. La madre no corre para que no la detenga el
siguiente semáforo. No llegarán tarde a la escuela, como siempre. Porque
siempre, pasó a ser nunca… sólo la radio que la acompaña cada mañana sigue ahí,
el mismo programa, las mismas voces conocidas, ellos son la única certeza del
día.
Reflexiones III
Toda corona pertenece a un rey, esta vez el reinado
será del Rey Silencio. Más bien, son los pájaros y pajaritos los que se
adueñaron del espacio sonoro. ¿Qué sucedió? ¿dónde están los colectivos, los
autos, los trenes y los aviones? ¿Dónde sus conductores y pasajeros? ¿Se los
tragó la tierra? No los veo ni los escucho… sólo se percibe el latido de un
mundo intra-murado, vivo, tal vez más vivo que nunca, pero que habla hacia
adentro. Afuera, reina el silencio.
Reflexiones IV
¿Por qué se habla de solidaridad cuando lo que se
desplegó es el sentido de la auto-preservación? Un aplauso a las 21h al
personal de salud y a todos los empleados que cubren tareas “de necesidades
básicas” no nos hace más solidarios. En todo caso, estaremos agradecidos con
ellos. Pero en el aislamiento social obligatorio, la gente se auto-acuartela
para no enfermarse. Eso no tiene nada que ver con la solidaridad.
Reflexiones V
Es llamativo que mucha gente hace la misma vida ahora
en el aislamiento que antes del mismo. Sobretodo, loas viejitoas… Se la pasaban
días enteros sin salir a la calle y largas semanas sin ver a sus familiares.
Igual que ahora.
Reflexiones VI
¿Por qué estos días se me dio por ver tantas películas
italianas y españolas de la pre-guerra? ¿Qué temor está expresándose con esta
selección de films? Huevos de serpientes, resistencias, camisas negras,
partesanos, anarquistas, falangistas… Me inquieta el fortalecimiento del
Estado, o más bien, el adoctrinamiento de la sociedad conducida por un
liderazgo fuerte, que se transforme en autoritario... Me asusta la habilitación naturalizada de las fuerzas de
seguridad en las calles de las ciudades con el mandato de “hacer cumplir el
aislamiento”. Temo por quienes sostengan que habrá que recurrir a la gendarmería
para que se respete la cuarentena administrada. Que se fomente la delación y
que se escupa a los padres y a los niños que deberían llevar el estigma del
autista. La “marca” que va clasificando a los seres humanos… Desconfío del
ciudadano que se acostumbra a la violencia y la exigen a sus gobernantes…porque
así nacieron el fascismo, el franquismo, el nazismo y nuestro propio infierno
setentista. Fue condición el MIEDO, el desprecio por el diferente al límite de
su desaparición (del modo que fuere). Los monstruos se gestan desde el huevo de
una sociedad que los alimenta cobija en su individualismo y en el odio. Ejércitos de desocupados tendrá este mundo cuando pase el temblor... y depederá mucho de nuestra salud mental, como sociedad planetaria, para que Hungría y Polonia sean sólo casos de autoritarismos aislados... Cuidado
con los profesionales que inoculan el odio -que se inyecta por el miedo-, porque de ellos será nuestro
destino.
"La Pandemia por SARS y el anarco-capitalismo"
"Cuando el capitalismo muestra los dientes" por Pedro Zubizarreta
La pandemia por SARS-CoVID-2 ha desnudado abiertamente la perversión de un sistema capitalista inhumano y deshumanizante. Quedó claramente demostrado hasta qué punto los países occidentales dominantes del planeta, están en realidad dominados por un capitalismo financiero que se vale de la anarquía y la falta de regulación para producir ganancias monetarias por fuera de la producción de bienes y servicios tangibles. Si la vida de las grandes mayorías es despreciada, aún siendo consumidores, ¡qué les espera a los que están fuera del sistema, que ni producen, ni consumen…!
El capitalismo “funcionó” para salir de la gran depresión de 1930, con estados fuertes e inyección monetaria en las bases de la población, siguiendo las ideas de John Maynard Keynes quien se burlaba de la “ley de la oferta y la demanda”, de la “mano invisible” de Adam Smith y del “derrame de la riqueza”. Los estados “benefactores” duraron apenas unas décadas y beneficiaron a buena parte de la población del mundo occidental dominante. Esto no ocurrió en los países del sur, necesariamente dominados y endeudados para permitir la sobreabundancia del Primer Mundo.
El anarco-capitalismo financiero de la Escuela de Chicago, con Friederich von Hayeck y Milton Friedman a la cabeza, que se impuso en la década de los 80, generó el desequilibrio criminal que actualmente impera en el mundo. Las operaciones financieras que funcionan a costa de endeudamientos al estilo Shylock, el personaje de Shakespeare, no están al servicio de la producción y se contentan con generar dinero del dinero. Se invirtió el orden lógico del pensamiento. El “cómo” (financiamiento) prevalece sobre el “qué” (producción). La acumulación de capital se convirtió en un fin en sí mismo.
Queda claro quienes pagan la fiesta. Un pago insostenible en el tiempo, que estrangula y mata a grandes mayorías. Es necesario un nuevo tiempo, con estados fuertes, condonaciones de deudas impagables y regulaciones que limiten las grandes manipulaciones de dineros que escapan al fisco. Como en “El Mercader de Venecia”, sólo el Estado fuerte, garante de la vida de las mayorías podrá poner fin al egoísmo asesino de un puñado de intereses privados.
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"Cuando el capitalismo muestra los dientes" por Pedro Zubizarreta
El capitalismo “funcionó” para salir de la gran depresión de 1930, con estados fuertes e inyección monetaria en las bases de la población, siguiendo las ideas de John Maynard Keynes quien se burlaba de la “ley de la oferta y la demanda”, de la “mano invisible” de Adam Smith y del “derrame de la riqueza”. Los estados “benefactores” duraron apenas unas décadas y beneficiaron a buena parte de la población del mundo occidental dominante. Esto no ocurrió en los países del sur, necesariamente dominados y endeudados para permitir la sobreabundancia del Primer Mundo.
El anarco-capitalismo financiero de la Escuela de Chicago, con Friederich von Hayeck y Milton Friedman a la cabeza, que se impuso en la década de los 80, generó el desequilibrio criminal que actualmente impera en el mundo. Las operaciones financieras que funcionan a costa de endeudamientos al estilo Shylock, el personaje de Shakespeare, no están al servicio de la producción y se contentan con generar dinero del dinero. Se invirtió el orden lógico del pensamiento. El “cómo” (financiamiento) prevalece sobre el “qué” (producción). La acumulación de capital se convirtió en un fin en sí mismo.
Queda claro quienes pagan la fiesta. Un pago insostenible en el tiempo, que estrangula y mata a grandes mayorías. Es necesario un nuevo tiempo, con estados fuertes, condonaciones de deudas impagables y regulaciones que limiten las grandes manipulaciones de dineros que escapan al fisco. Como en “El Mercader de Venecia”, sólo el Estado fuerte, garante de la vida de las mayorías podrá poner fin al egoísmo asesino de un puñado de intereses privados.
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